SOnidoLuminoso arranca con el objetivo de ser un instrumento de crecimiento para ti y para todos los que, de alguna manera, hemos decidido unir nuestros caminos aquí y ahora.
Después de casi media vida como ejecutivo en una multinacional y un montón de años buscando respuestas a las eternas preguntas y formándome en áreas complementarias (no me gusta llamarlas alternativas), me decido hoy a compartir lo aprendido y aprehendido, en la seguridad de conocer alguna que otra clave poderosa que te ayudará en tu vida, más allá de los vacíos convencionalismos que nos mantienen, adormecidos, dando vueltas y vueltas sobre el mismo lugar creando la ilusión, solo la ilusión, de movimiento.
Si te interesa, aquí encontrarás un espacio de absoluto respeto y aceptación donde compartir, crecer y ayudar a crecer creciendo.
En SOnidoLuminoso, desde el inmenso poder de la PALABRA iremos poniendo LUZ sobre aquellos aspectos que más lo requieran, actuando, liberando bloqueos y desvaneciendo sombras, para que tu vida fluya de acuerdo a tus deseos.
Yo tengo alguna clave, ¿quieres conocerlas?
¿Quieres compartir las tuyas?
¿Empezamos?
¿Que es para ti la casualidad?
¿Existen la buena y la mala suerte o todo es provocado por nosotros?
¿Somos actores o solo objetos de nuestra fortuna?
¿Que es para ti la casualidad?
¿Existen la buena y la mala suerte o todo es provocado por nosotros?
¿Somos actores o solo objetos de nuestra fortuna?
Yo sí creo en la casualidad. Además es la base de muchos hallazgos científicos (serendipity).
ResponderEliminarY claro que existen la buena y la mala suerte! Lo que pasa es que cada uno es capaz de reaccionar de una manera distinta cuando ocurre algo malo, siendo al final el resultado positivo o negativo. En ese sentido somos actores de ese resultado final. Hay personas que son capaces de sacar algo positivo de cada experiencia, aunque sea mala. Pero el azar existe.
Redondo, seguro azar.
Gracias Lourdes por regalarnos tu opinión. ¿conoces el experimento de R.Wiseman? ¿que opinas?
EliminarPD: estoy buscando la película.
EliminarCasualmente, anoche, haciendo zapping me topé con la película serendipity que juega con ese concepto y que había decidido ver tan solo unas horas antes.
EliminarLa cuestión, le llamemos serendipity, serendipia, suerte o carambola, es si realmente nuestro deseo, nuestra intención y nuestra atención son indiferente al destino o son la fuerza inicial que pone todo en marcha para que las cosas nos sucedan, casualmente, como nos suceden.
La película es tan solo una comedia pero pone a la casualidad al lado de quien desea algo y lo persigue.
Podemos decir que algo así le ocurrió a Arquímedes con su famoso desbordamiento de bañera. La casualidad le ofrece la explicación de eso que tanto tiempo llevaba buscando y que tanto deseaba encontrar.
¿la casualidad se rige por unas leyes?
¿Podemos llegar a conocerlas y conseguir que la casualidad juegue siempre de nuestro lado como ocurre en la película, como le ocurrió a Arquímedes o como me ha ocurrido a mí, ofreciéndome en un zapping, por pura casualidad, justo la película que estaba buscando?
Resulta increíble la poca atención que prestamos a las casualidades. ¿Cuántas coincidencias se tienen que dar en el universo para que, en un preciso instante y en un lugar concreto, se dé una casualidad que parece dirigida exclusivamente a ti? ¿Acaso no es fascinante observar cómo el Todo se ha alineado para darle algo a tu persona? Algo que, a simple vista, carece de explicación… algo que vino… “porque sí”. Algo tan frágil que no hubiera ocurrido con que hubieras salido un minuto antes de casa... Sin embargo, era justo lo que necesitabas en ese momento.
ResponderEliminarLo más sorprendente, es ver cómo aceptamos ese paradigma sin darle un mayor análisis. Como si no tuviera importancia, porque sólo es eso: una simple casualidad.
Si pensamos que no tenemos ninguna manera de manejar esas casualidades estaríamos afirmando que somos sólo resultados de lo que ocurre en la vida. Como si fuéramos una hoja que flota en un río y se mece a merced de su corriente, sin nada más que hacer que esperar al siguiente remolino.
Para mí, tiene más sentido pensar que esa casualidad la he provocado yo. Para bien o para mal, sea consciente de lo que hice para provocarlo o no... pero algo en mí mueve lo que me sucede.
Ahora el siguiente paso, la búsqueda pendiente, es aprender cómo manejar las casualidades de manera consciente. No ser una hoja que se mece por la corriente aleatoria de un río, ni ser una hoja que provoca una corriente que no sabe controlar, sino ser quién gestiona esa corriente.
Un saludo a todos, es maravilloso que por casualidad nos hayamos encontrado en este blog.
Gracias Alex por regalarnos tu opinión. ¿conoces el experimento de R.Wiseman? ¿que opinas?
Eliminar¿Conoces este experimento? ¿Cambia esto en algo tu opinión sobre la suerte?
ResponderEliminar“El Factor Suerte”, de R.Wiseman: Un experimento sobre la suerte
Una década dedicó Richard Wiseman a investigar el fenómeno de que unas personas tengan mejor suerte que otras. Wiseman, antiguo prestidigitador metido a psicólogo, es desde 1995 el único catedrático de Comprensión Pública de la Psicología en la Universidad de Hertfordshire (Inglaterra), y se dedica a investigar desde la psicología las reacciones humanas ante lo inesperado o inusual.
Para su investigación, Richard Wiseman y su equipo contactaron a 400 personas de distintos ámbitos sociales y profesionales, que se definían a sí mismas como “suertudos” o desprovistos de buena suerte. Divididos en estos dos grupos, los voluntarios se prestaron a escribir diarios, elaborar test y cuestionarios de distinto tipo y llevar a cabo ciertos ejercicios, a fin de mantener un seguimiento exhaustivo de todo aquello que sucediera en sus vidas y pudiera considerarse hechos de buena o mala suerte, durante diez años. En su investigación, el equipo del profesor Wiseman llevó a cabo un ejercicio que resultó altamente esclarecedor. Se entregó a cada participante de ambos grupos de voluntarios un periódico, y se les requirió que contasen el total de fotografías que contenía. La primera comprobación reveló que, mientras la mayoría de los que se sentían dotados de “buena suerte” tardaban apenas unos segundos en concluir el ejercicio, los que se sentían desafortunados empleaban una media de dos minutos. La razón era que, los “suertudos” veían casi de inmediato el anuncio a página completa que les señalaba: “Hay 43 fotografías en este periódico. Deje de contar”, mientras que los que se creían menos afortunados no reparaban siquiera en el enorme letrero, afanados tan solo en contar las fotos de cada página. La tensión y ansiedad que la tarea les producía les impulsaba a temer equivocarse y les impedía ver el letrero liberador.
Aún más, dentro del mismo periódico, otro anuncio preparado proclamaba que podía dejarse de contar y que, por decir que se había visto dicho enunciado, se le daría a la persona 250 euros. Quienes se tenían por desafortunados pasaron por alto, en su mayoría, ese anuncio, que a su vez resultó claramente visible para los que creían en su buena fortuna.